En los últimos años, ir al cine se ha convertido en un gasto de dinero constante. A la subida constante de las entradas, se suma el precio de las palomitas, bebida y demás chucherías. Eso sin pensar en el precio del transporte o gasolina que gastamos al llegar y sin contar la comida, merienda o cena fuera de casa que, en muchas ocasiones, suele ir ligada a este tipo de ocio.
Hoy, queremos ofrecerles algunos trucos para reducir este gasto. Si bien es cierto que algunos son inevitables, en otros aspectos podemos ajustar nuestro presupuesto para no seguir haciendo un agujero en nuestro bolsillo.
Ahorra en el cine: entradas más baratas
Aunque los precios son fijos en todos los establecimientos, en muchas ocasiones es posible aplicar descuentos. La gran mayoría de las salas ofrecen descuentos a los poseedores de carnets de estudiante, carnet joven, carnet del jubilado, etc. Si tienes algún carnet similar, no dudes en preguntar si te sirve. Quién sabe, puede que tengas suerte.
Por supuesto, siempre es bueno conocer cuál es el día del espectador, cuando las entradas son más baratas y, en la medida de lo posible, acudir esos días. Por lo general suele ser el miércoles, pero es mejor que preguntes en tu cine habitual.
Ahorra en películas: reduce los gastos
En cuanto a la comida, desde hace unos años está prohibido que te impidan en acceso a la sala entrando con comida del exterior, ya sea traída de tu casa o de otro establecimiento. Por tanto, si tu monedero es el vivo ejemplo de la crisis pero no quieres renunciar a una buena película de estreno, puedes optar por llevar desde casa tu propia comida y bebida.
Las palomitas de microondas son realmente baratas. Hacerlas en casa no cuesta más de unos pocos minutos y puedes transportarlas al cine con facilidad. Lo mismo sucede con las latas de refresco o las botellas de agua.
Ahorra del cine: otras alternativas
Para los amantes del cine que quieran reducir aún más los costes, lo mejor es emular al famoso dicho y, si no puedes ir al cine, lleva el cine a tu casa. Aunque cada vez son menos, aún perviven muchos videoclubs que ofrecen películas cada vez más baratas, debido a la bajada de ventas que han tenido en los últimos años.
Reunir a unos amigos e invitarlos a una sesión de películas acompañados de tanta comida y bebida como os plazca os saldrá mucho más barato y, además, puede llegar a ser aún más divertido. Es más, el precio del alquiler podéis financiarlo a medias, lo que reducirá el gasto a unos pocos céntimos en los mejores casos.